Comienzos como escritor
Cuando finalizó la guerra regresó a Chicago y asistió a un curso en la universidad del filósofo Rudolp Carnap centrado en filosofía de la ciencia que tuvo gran influencia en él. De hecho, años después, Gardner le animaría a escribir un libro sobre el tema, que el mismo se encargó de editar a partir de las grabaciones de las conferencias realizadas por la mujer de Carnap. El nombre del libro es Philosophical Foundations of Physics (Basic Books, 1966), que fue posteriormente republicado con el título Philosophy of Science (Dover Publications, 1995).
Aunque hubiera podido mantener su puesto en la oficina de relaciones públicas de la universidad decidió empezar su carrera como escritor vendiendo una historia a la revista Esquire Magazine titulada The Horse on the Escalator (El caballo en la escalera mecánica), una alocada historia de humor sobre un hombre que colecciona chistes sin sentido sobre los caballos. A pesar de ello, su mujer se ríe con entusiasmo cada vez que cuenta uno para ocultar que en realidad no cree que ninguno de ellos sea gracioso.
Gardner vendió esta y otras historias a la revista Esquire Magazine, lo que le llevó a pensar que podría tener una vida respetable como escritor independiente, pero el editor de la revista cambió y el nuevo no se interesó por el tipo de historias que estaba escribiendo. En ese momento, decide trasladarse a Nueva York en 1947, donde tiempo después consigue un trabajo en la revista Humpty Dumpty’s Magazine, para encargarse de las publicaciones periódicas dirigidas a niños y niñas, en las que se proponían actividades tales como doblar, cortar y pegar en alguna de las páginas de la propia publicación. Hasta 1956 trabajaría en la edición de esta revista y otras similares tales como Polly Pigtails (que más tarde cambió su nombre a Calling All Girls), dirigida a niñas y Piggity, una revista de la que solo se editaron 3 números en cada uno de los cuales se contaba una corta historia sobre un cerdito.
Durante su etapa en Nueva York haría amistad con escritores y magos de esta ciudad tales como Persi Diaconis y Bill Simon. Este último fue quien le presentó a Charlotte Greenwald con quien Gardner se casaría en 1952. Bill Simon fue su padrino en la boda.
Scientific American
Y llegamos a diciembre de 1956, fecha en la que se publica el artículo titulado Flexagons en la revista Scientific American. Se trataba de una colaboración puntual, pero Gerry Piel, el editor de la revista contactó con Martin Gardner y le preguntó si había suficiente material sobre matemáticas recreativas como para mantener una columna sobre el tema. Garner le respondió que sí y aceptó el trabajo. La columna Mathematical Games se publicaría mensualmente entre enero de 1957 y diciembre de 1980. Gardner contribuyó con un total de 288 artículos y esporádicamente, hasta junio de 1986 con 9 artículos más. Al margen de dicha columna, realizó otras 5 publicaciones en esa misma revista entre 1952 y 2007, entre las que se incluye el ya mencionado artículo Flexagons.
La decisión de trabajar para Scientific American le obligó a abandonar su trabajo en Humpty Dumpty’s Magazine ya que no podía compatibilizar ambos.
En su autobiografía escrita entre 2009 y comienzos de 2010 Gardner comentaba lo siguiente:
Uno de los placeres de escribir la columna fue que me presentó ante muchos de los mejores matemáticos, a los que por supuesto yo no pertenecía. Sus contribuciones fueron muy superiores a todo lo que pude escribir, y fueron una razón importante para el crecimiento de la popularidad de la columna. El secreto de su éxito fue el resultado directo de mi ignorancia. Incluso hoy mi conocimiento de las matemáticas abarca solamente el cálculo, e incluso el cálculo solo lo comprendo vagamente. Como resultado, tuve que esforzarme en entender lo que escribía, y esto me ayudó a escribir de maneras que otros pudieran entender.
Personalmente, creo que esto que comenta Gardner es efectivamente la clave para que sus artículos y libros fueran tan populares. Probablemente, de haber sido escritos por una persona especializada en matemáticas, hubieran alcanzado exclusivamente a un público mucho más especializado.
Durante prácticamente un cuarto de siglo el trabajo de Gardner fue exclusivamente investigar y escribir los artículos para la columna que salía a la luz cada mes de forma ininterrumpida.
Me ha encantado este artículo sobre la vida de Martin Gardner. Es uno de mis escritores favoritos.