Otras obras muy conocidas en las que aparecen ilusiones anamórficas son el cuadro Los embajadores de 1533 pintado por Hans Holbein el Joven, en el que aparece una calavera y el Retrato del rey Eduardo VI de 1546 atribuido a William Scrots. Ambos se pueden contemplar en la National Portrait Gallery de Londres.
En los siguientes tres vídeos se aprecia cómo funcionan estas dos anamorfosis oblicuas.
Me ha parecido un artículo muy interesante y el tutorial excelente y muy detallado. He sido capaz de crear mi propia plantilla utilizando la imagen de una lata de refresco en lugar del cubo de Rubik y la ilusión es perfecta cuando haces una foto o grabas un vídeo desde el ángulo adecuado.
Me alegra que te haya servido, Antonio. Muchas gracias por tu comentario.