El ilusionista Paul Curry concibió en 1953 como hacer que un rectángulo perdiera una parte interna de su área cortándolo en 5 partes y reordenándolas.
Al combinar este descubrimiento con el principio de la distribución oculta sucede que pasamos de tener 78 conejos en la imagen del lado izquierdo a 77 en la imagen del lado derecho. ¿Dónde fue a parar el que falta? Sin duda, se escondió en el agujero. En realidad, ya sabes que esa no es la explicación, pero a la hora de presentar este rompecabezas en público sería sin duda una buena manera de hacerlo.
En la ilustración anterior aparecen marcadas las 5 piezas del rompecabezas. El grosor de las líneas que marcan el contorno de las piezas contribuye también a la ilusión una vez que han sido reorganizadas.
En la siguiente imagen, que utilizo en mis presentaciones, podrás apreciar mejor como están recortadas las piezas y como son redistribuidas para hacer aparecer el agujero dentro del rectángulo ocupando aparentemente la misma superficie. Aquí no he usado líneas gruesas para separar unas piezas de otras, por lo que si observas cuidadosamente lo que ocurre en los puntos de unión de las piezas en la diagonal de la imagen de la derecha, te darás cuenta de que los conejos de la diagonal tienen algún trozo extra cuya suma sería equivalente al conejo que falta.

Piezas del rompecabezas The disappearing rabbit de Paul Curry